Parece ser que la cosecha de 1964 de Rioja fue la mejor del siglo, pero hubo exceso de oferta y los precios se hundieron. O sea, que bien pero regular. En ese año, el que escribe, echó a andar por la vida y hasta ahora la misma sensación que esa buena añada. No está mal pero sin exagerar.
Padre de familia numerosa es quizá lo más importante que he intentado hacer bien. Aparte, con los años, he coleccionado otras experiencias de diferente interés: he trabajado en publicidad, también en el mundo del entretenimiento con cargos de responsabilidad y actualmente dirijo mi empresa que se dedica a inversiones inmobiliarias: www.westfaliagestion.com
Un poco más tarde de lo que tenía previsto, comencé a escribir artículos para prensa sobre temas variados. Afortunadamente, varios periódicos regionales me publican y tengo la motivación de escribir desde la exigencia personal, ya que algún lector con criterio (de los que quedan muchos) me puede estar leyendo.
Un poco de cinismo, cierta ironía, se escapa en lo que escribo.
Como les comento, lo de escribir desde la ironía viene de lejos. Y es que cuando vi aquella viñeta de Forges, hace tantos años, en la que una pareja en góndola, en Venecia, pregunta al gondolero: “¿pero del mismo Lugo?”, y el gondolero responde: “no, de Mondoñedo”, pensé que tenía que encontrar un sitio estable en ese estado de ánimo.
Por lo demás, dentro de un acomodado pesimismo, pienso que buenos ratos están por venir. El costumbrismo y la vida cotidiana aportan lo suficiente como para poder escribir.
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